
LA CENTENARIA PREVO DE TUXTLA
ESCUELA SECUNDARIA TÈCNICA NOª2
La escuela secundaria tecnica N.2 "Centenaria Prevo de Tuxtla", es producto de la evolución histórica de la educación técnica del país y especialmente de Chiapas, desde el 28 de Noviembre de 1893 y hasta finales del siglo XIX. Siendo así una institución de alto rendimiento tanto en desarrollo como en educación, brindando y formando valores, creando alumnos de bien.
¿Quienes somos?

MISIÓN
La Educación Secundaria ofrece una educación esencialmente formativa. Su propósito esencial es crear condiciones que permitan crear el acceso de todos los educandos a una educación de calidad, con contenidos de aprendizaje relevantes para el adolescente de hoy y el adulto del mañana, críticos y participantes en su educación: cumpliendo con los enfoques y propósitos en los planes y programas.
VISIÓN
La Prevo aspira a cumplir con los propósitos del servicio educativo con un personal que se supera continuamente. Ofreciendo una educación para el desarrollo integral de los educandos con la calidad humana que requiere todo aprendizaje, apoyando a los que menos pueden, y con una estrecha colaboración entre la escuela como una Unidad Educativa y los padres de familia.
HISTORIA
En el año de 1893. El profesor Óscar C. Mota Castillejos señala como antecedente de esta prevocacional la Escuela Industrial Militar fundada por el gobernador del Estado, Emilio Rabasa, en el año de 1893, bajo decreto número 10 publicado por el Diario Oficial en noviembre de ese mismo año. En ella se impartían las siguientes materias: telegrafía, fotografía, música, tipografía, encuadernación, carpintería, zapatería, talabartería y la carrera de maestro de instrucción primaria. En 1897 fue Colegio Militar, y el personal docente estuvo conformado por: mayor Vicente Espinosa; teniente Carlos Cuartero, quien fungía como subdirector; subteniente Francisco Sánchez, como prefecto; así como los maestros Isaac Marina, de dibujo, aritmética y geometría; Antonio Robles, de zapatería; Manuel Marroquín, de talabartería; Rafael Cruz, de sastrería y Félix Santaella, quien impartía el curso de tipografía.